jueves, 4 de octubre de 2012

Ya llegó octubre



Y con él, los inminentes quiebres. El olor a flores en los rincones de mi cuarto y de mi cabeza, las dudas más desnudas y descarnadas. Los impulsos más insanos, que terminan reduciéndome a un absurdo pequeñito y estúpido.
No traer reloj no pudo evitar el darme cuenta de que ya estaba aquí, enfriándome las manos y reduciendo mi corazón a cenizas para regalárselas a la noche en nuestras citas.
Hay muchas formar de vivir. Me cansé de vivir cobardemente. Por eso los moretones, los raspones. Por eso las ojeras que despinta el agua. Por eso la fuerza que están tomando mis brazos. Recibo a octubre rezando de cabeza, corriendo descalza sobre el pasto por las mañanas, cuando recién llovió. Aguantando la respiración, cruzando los dedos, sin dejar que se me asomen en los ojos para que no se den cuenta de la tristeza que los apaga.
Hace mucho que no temía su regreso. Hace mucho que no procuraba desvelarme para rendirme ante Hypnos sin soñar. El fuego está en todas partes.
Se me están escapando las hojas en las que escribir, y esta es una historia demasiado larga.

Srita. Entropía •
[ S U E L O ]

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