lunes, 21 de julio de 2014

En una bolsa negra

"Dejé tus cosas. Están en una bolsa negra".

A fin de cuentas
la vida también acaba
en una bolsa negra.

La unidad
"toda una vida"
se acaba más rápido
que treinta segundos en caída libre,
o que cincuenta, en un tiro parabólico.

A mi también me metió en una bolsa negra.
Me dejó a la deriva, con un pedazo del hilo
con un cepillo de dientes
y boletos viejos de cine
que no sé a quién le sirven
si de todas maneras
lo metió todo en una bolsa negra,
para dejarla en la esquina.

(o en un rincón de su cuarto,
uno al que ya nunca irá).

No hay probabilidad cero ni probabilidad uno,
la mecánica cuántica me pide llorar;
"Debo tener algo, ya ves que soy medio raro"
Y no puedo encontrar en un diccionario la expresión
"Ya no me siento enamorado"
Google tampoco parece saber,
sólo la bolsa negra se tilda de absoluta.

Hubiera querido poder entregarme por completo

Pero había que evitar
el destino de la bolsa negra.
Tantos verbos, tantos no lo sé;
Lo que pasó entre nosotros no fue mentira

(entonces, ¿por qué la bolsa negra es lo único que me parece verdad?) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario